Los Durán son la familia referente en el barrio del Peñón de la Esperanza, a la vista de todos, proyectan unión, armonía y respeto, pero la realidad es otra para todas las mujeres de la familia.

Inés Durán vive bajo el yugo de su esposo Vicente, un macho déspota. Cristina Durán, la mayor de las hijas de Inés y Vicente, fue alguna vez el gran orgullo de su padre, gracias a ser una promesa de la natación, hasta que un incidente la alejó del deporte. Areli, nieta de Inés, hija de Lorenzo (hijo mayor de Inés, de una relación anterior), ha puesto en jaque a su conservador padre, desde que despertó a la sexualidad y quiere perder su virginidad. Marcela Durán, la hija menor, harta de ser vigilada y reprendida, se refugia en su novio Rommel y la pandilla de éste.

Todo empeorará, cuando Marcela robe un auto, sin saber, que dentro de la cajuela está el cadáver del importante empresario acerero Fabián Cifuentes. Y a sus 15 años, acabará en un Centro de Internamiento para Adolescentes acusada de robo y quedando como sospechosa de un asesinato que efectivamente, no cometió.

A punto de ser libre, Marcela se enterará que Horacio Cifuentes, padre de Fabián, ha usado su poder económico e influencias para que la encierren en un penal de alta seguridad. Desesperada, Marcela buscará llegar hasta él, para proponerle dar con los verdaderos asesinos de Fabián, convenciéndolo de que sólo alguien originario del Peñón de la Esperanza, puede encontrarlos. Horacio desesperado acepta para que los asesinos de su hijo paguen, pero le advierte a Marcela, que, si ella no cumple, su familia sufrirá las consecuencias.

Marcela regresará al barrio para lograr su misión, enfrentándose, no sólo a la hostilidad de sus vecinos, sino también a la de su propia familia, con la que tratará de recomponer los lazos; especialmente con las mujeres que, calladas y en solitario, atraviesan sus propias problemáticas.