El glamour y la pólvora serán las caras de una misma moneda. Una de ensueño, en la que una reina de belleza se enamorará sin saberlo, de un sicario de la mafia. Y la otra, de pesadilla, cuando este sicario, enfrascado en una guerra sin cuartel entre dos poderosos cárteles del narcotráfico, pretenderá abandonar el mundo criminal por amor.

Valentina no es la misma desde la muerte de su papá. Es verdad que todavía quiere ser reportera gráfica y continúa estudiando Comunicación Social, sigue viviendo en la misma casa lujosa con Ivonne, su mamá, y aún se enfurece con Vicente, su amigo y profesor, porque siempre pone antes que ella su trabajo como periodista y no es capaz de arriesgarse a conquistarla. Sin embargo, su mayor problema ya no es que su mamá le insista en que se convierta en modelo y reina de belleza. Ahora tiene una idea que permanece inamovible en su mente: el deseo de vengarse del sicario que le disparó a Octavio, su padre. Valentina aún no sabe que lo que realmente puso en jaque su vida, es que Octavio se mostrara ante el mundo como un prestigioso empresario cuando en realidad era la mano derecha de Don Elías, capo del cártel de ”La Cordillera”.

Aunque por ahora, Valentina no tiene mucha información, hay un detalle del asesino que no olvida, que la perturba: una sonrisa pérfida adornada con un diente de oro. Más que cualquier cosa desea pagarle a ese hombre con la misma moneda, pero ella no es una mujer mala y no sabe ni siquiera cómo empezar a planear una venganza.

Tal vez lo único bueno que le pasa es conocer a Miguel, más conocido en el mundo del hampa como M8. Su imagen es la de un gerente concesionario de autos, y ella se siente atraída por él sin saber que es el jefe de sicarios de “La Cordillera” y ahijado de Don Elías, el jefe de jefes.

Valentina y Miguel dan inicio a una historia de amor por la misma época en que las mafias de Ciudad de México (La Cordillera de Don Elías y La Hermandad de Don Isidoro) se preparan para combatir por el dominio absoluto de la capital. Para los segundos todo parece muy fácil ahora que el capo de “La Cordillera” está a punto de ser extraditado y Octavio Cárdenas, el segundo al mando, está muerto. Pero Don Elías no está dispuesto a ceder su negocio y por eso se vuela de prisión, vuelve al puesto de mando para iniciar la guerra. Desde ahàle da a Miguel una orden clave: no se puede acercar a Valentina porque la pondría en peligro.

De cualquier forma Vicente no aprovecha la oportunidad de acercarse a Valentina, pues nuevamente su trabajo lo aleja de ella: días después de la muerte de Octavio la revista Cara y Cruz publica un artículo de Vicente en el que se refiere al señor como “la mano derecha de don Elías” y señalan el crimen como un posible ajuste de cuentas entre cárteles. Valentina queda realmente afectada y Miguel, demasiado interesado en ella como para alejarse, desobedece a Don Elías y le ofrece consuelo. A él es al único que le confiesa su sed de venganza.

Pronto llega otra noticia devastadora para Ivonne y Valentina: la Oficina de Bienes Patrimoniales cierra temporalmente la joyería de la familia para investigar si hay rastros de dinero del narcotráfico. Ivonne finalmente cae en una profunda depresión, la economía familiar se va a pique y Valentina se ve obligada a entrar al mundo del modelaje para subirle el ánimo a su mamá y ganar dinero. Por esa misma línea de intereses es que pronto acepta participar en el concurso de belleza “Señorita Capital”. Esta vez Vicente también aparece para ofrecer su hombro, esta vez parece dispuesto a lanzarse al vacío por ella, ya que ya no son profesor y alumna.

Aunque Valentina se debate entre el amor de Miguel y Vicente, finalmente se decide por el que la reta, por el que la hace vibrar: Miguel. Él la vuelve loca pero a la vez se extraña por la frecuencia con la que se le desaparece. No se imagina que tanto misterio es porque parte de

su tiempo lo ocupa en lidiar con la guerra entre cárteles, por lo que tiene que sobornar, levantar gente, torturar y asesinar.

Y mientras que Miguel da rienda suelta al criminal que lleva adentro, Vicente se concentra en investigar a las mafias y está a punto de descubrir la identidad de una ficha clave de “La Cordillera”: parece que Miguel, el novio de su amiga y enamorada, es conocido en el bajo mundo como M8. Vicente trata de advertir a Valentina pero ella no sólo no le cree sino que pone sobre aviso a Miguel. Ahora el periodista se convierte en un objetivo militar prioritario de M8, preferiría no hacerle daño por amor a su novia pero eso no es posible, lo que está en juego es su identidad secreta.

Pasa poco tiempo antes de que Vicente reciba su primera amenaza de muerte. Sin embargo, el periodista no flaquea y avanza hasta que consigue la información que lo lleva, de una vez y para siempre, a desenmascarar a Miguel. Valentina termina con él y desde ese momento M8 pasa a la clandestinidad, dándole a Vicente una oportunidad con ella. Pero Miguel no está dispuesto a perder a semejante mujer y por fin logra llamar nuevamente su atención cuando le ofrece lo que ella más quiere: él puede ayudarla a encontrar al asesino del diente de oro, el que le arrebató a su amado padre. Valentina se enfrenta a una terrible dualidad: ¿Vengar a su padre o seguir con su vida lejos de un sicario, sólo pensando en conquistar la corona para poder ayudar a los demás?