Es una historia de amor, romance, encuentros, desencuentros y un sin número de divertidos enredos entre dos familias que no tienen nada en común, pero que ahora estarán obligadas a convivir en la misma casa. Por un lado, “Los Ruizpalacios”, millonarios de abolengo y por el otro, “Los Menchaca”, una clásica familia de barrio.

Todo inició ante la incapacidad de la abuela Mati Ruizpalacios, de seguir al frente de la empresa familiar, es asàque Miguel Ángel, su nieto consentido  -quien lleva once años viviendo en Londres- debe regresar a México para la lectura de una cláusula del testamento de su abuelo Don Aureliano, que dicta:

“Heredará el consorcio el primero de mis nietos que antes de cumplir 35 años esté formalmente casado y tenga un hijo varón” 

Es entonces que, sin proponérselo, Miguel Ángel tendrá en su primo Alejo, un ambicioso enemigo que lo involucrará en un sucio fraude, y asàprovocará que Miguel Ángel y su familia pierdan su fortuna, además de todas sus propiedades, quedando sólo un terreno en la colonia “La Nopalera”, donde para su sorpresa, viven ahàLos Menchaca.

Don Chuy Menchaca es un ex luchador llamado “El hijo de Sumatra”, que hace muchos años conoció a Don Aureliano Ruizpalacios, a quien le fue pagando la propiedad poco a poco. Sin embargo, tras la muerte del rico empresario, la deuda nunca se finiquitó, por lo tanto Don Chuy no tiene las escrituras del terreno donde, además de su casa, montó un modesto gimnasio que hoy deja pocas ganancias y piensa transformarlo en una típica fonda mexicana con la ayuda de sus hijos: José Tizoc y Perla Ivette, asàcomo su hija mayor Lupita, quien tiene un niño de once años, el pequeño Emiliano que es la adoración de su abuelo.

Es asàque, forzado por las circunstancias, a Don Chuy no le queda otra más que aceptar que Miguel Ángel y su adinerada familia -ahora venida a menos- se muden a la calle Italia en la colonia La Nopalera.

Por su parte, presionado y sin dinero, Miguel Ángel Ruizpalacios llegará a vivir, o más bien, a padecer a la colonia “La Nopalera” acompañado de su singular familia; su mamá Ana Sofía, una excéntrica dama de sociedad que hace eventos de beneficencia, pero en el fondo desprecia a las personas que no son de “su clase”, además de su hermano Leonardo, un típico “niño rico” con estudios de arte en Nueva York y Frida, su hermana menor, una chica de aparente espíritu libre pero apegada a su vida de lujos y comodidades.

El choque entre los hábitos y las costumbres de cada familia será inevitable, es en este ambiente caótico y divertido, que Lupita Menchaca y Miguel Ángel Ruizpalacios -que iniciarán como mediadores de cada familia- terminarán enamorándose y juntos enfrentarán las adversidades para defender sus sentimientos y superar todos los obstáculos para descubrir el verdadero valor de la vida.