Natalia Robles es una mujer de moral impecable que ha estado casada con Adrián Cantú desde hace veinte años, los cuales ha dedicado en cuerpo y alma al bienestar de su familia. Nuestra historia comienza en su fiesta de vigésimo aniversario, donde se encuentran Andrea y Regina, sus hijas; la amante de Adrián, Verónica quien también es la mejor amiga de Natalia y novia de Mario el socio de Adrián, junto con el grupo más cercano de amigos.

Adrián y Verónica han fraguado un plan para huir el mismo día de la celebración y una vez que han estafado a los clientes de la inmobiliaria donde Adrián, Verónica y Mario son socios.

Natalia al descubrir que ha sido traicionada se derrumba, pero además debe resolver de manera inmediata su situación económica ya que Adrián la ha dejado en la ruina, ella se encuentra devastada y decide renacer de entre los escombros para sacar a sus hijas adelante.

En un barrio popular de la Ciudad de México, Vicente Ramírez sufre la terrible pérdida de su esposa Lucía y madre de su único hijo Benjamín. El matrimonio había logrado cumplir su sueño de tener una casa propia, misma que aún están pagando. El pequeño Benjamín pierde el habla a consecuencia del impacto que le causó la muerte de su madre. Vicente es un hombre bondadoso y sensible que se ha hecho cargo de la estabilidad económica de su familia: doña Magos, su abuela; Juan Gabriel y Pepe Pepe, sus hermanos menores.

Las vidas de Natalia y Vicente se unen cuando en la inmobiliaria él llega a reclamar junto con los otros acreedores el dinero que les fue estafado. Natalia en representación de su esposo junto con Mario les piden tiempo para poder resarcir el daño económico.

A Natalia sólo le ha quedado una casa en un barrio popular a la que debe ir a vivir con sus hijas, al llegar descubre que Vicente es el supuesto propietario de ésta, ya que firmó un contrato de compraventa que no tiene validez, lo que hace a Natalia la auténtica dueña. Vicente se rehúsa a recibirlas y Natalia, sin titubear, se instala en la casa que ahora compartirán ambos con sus respectivas familias, generando conflictos entre los personajes por las diferencias sociales y culturales.

La convivencia acerca a Natalia y Vicente quien sin darse cuenta se ha enamorado de la rectitud, tenacidad, fortaleza, decisión, ternura y bondad que ella le ha mostrado, principalmente con su hijo Benjamín, poco a poco Natalia ira descubriendo que después de todo el dolor y tristeza que ha vivido está lista para darse una segunda oportunidad y ésta vez será con Vicente. Olga, quien sólo pretende cumplir el capricho de casarse con él, odia a Natalia y crea intrigas bastante fuertes que logran separarlos.

Nuestros protagonistas, tras superar las adversidades confirmarán que la verdadera fortuna se encuentra en el amor.