Imagina por un momento que las personas que se encargan de pelear por la justicia son las que más necesitan que la vida les haga justicia. Ellos también sufren, en el amor, el trabajo, en sus relaciones personales y sufren más que las personas a quienes defienden en los tribunales de la Ciudad de México.

Esta historia se desarrolla en el Bufete “Vega y asociados”, donde el mejor equipo de abogados de México lucha por hacer justicia, ellos son Ricardo, Leonardo, Roberto, Olivia, Victoria, Benjamín y Leticia, liderados por el prestigioso abogado Alonso Vega. Es aquàdonde se unen sus historias personales con cada uno de los casos que defienden.

Ricardo y Alejandra son dos abogados especialistas en derecho familiar, pero a la vez, son prueba viviente de que la ética y la rectitud sàexisten. Ellos pelean ante todo para brindar apoyo, guía y consuelo a quienes están pasando por momentos difíciles; ya sea por un divorcio, un pleito de custodia o cualquier problema legal, que pueda hacer sentir a quién lo sufre que su mundo se está derrumbando. Vienen decepciones amorosas y viven en un mundo donde parece que el amor se puede terminar firmando un divorcio y donde los finales felices no existen, aun así, ellos tienen fe en encontrar el verdadero amor.

Todo comienza cuando Alejandra está a punto de casarse con Carlos Ibarra, otro abogado especialista en derecho penal, sin imaginar que el que sería el día más feliz de su vida se convertiría en una pesadilla, pues cuando llega a la iglesia para casarse, se llevan a Carlos detenido, acusado de asesinato. Para sorpresa de Alejandra, todos los elementos de la investigación parecen acusar a Carlos del homicidio de la stripper con la que estuvo en su despedida de soltero, una noche anterior a su boda, no conforme con esto, Alejandra se entera por la investigación que Carlos tuvo relaciones sexuales con la bailarina, por lo que en un abrir y cerrar de ojos, todo lo que creía sobre Carlos y el amor, se le viene abajo.

El corazón de Alejandra sufre una profunda decepción y dolor al ver a quien creía el amor de su vida, en prisión.

Mientras todo esto sucede, Ricardo, que además es uno de los socios del prestigiado bufete Vega y asociados, enfrenta el mismo proceso por el que pasan muchos de sus clientes, pues se está divorciando de su esposa, Elena Fernández, después de que ella le fuera infiel, lo más doloroso de este divorcio es el tener que separarse de los hijos de Elena, a quien él ve como propios, y a quienes quiere con todo el corazón pues los educó desde pequeños.

A pesar de sus conflictos personales, tanto Alejandra como Ricardo, tienen que seguir en su trabajo y cuando se enfrentan en un polémico caso de reconocimiento legal de un menor los dos tendrán que demostrar sus habilidades y talentos, lo que terminará por unirlos y reconocer mutuamente el buen trabajo que hicieron. Es asàcomo después de enfrentarse, terminan haciendo un excelente equipo y Ricardo le ofrece un puesto en su bufete de abogados, poco a poco y tras la convivencia diaria, un fuerte amor empieza a crecer entre ellos.

Desafortunadamente, con Carlos en la cárcel Alejandra enfrenta un dilema en su corazón, pues no se entrega totalmente al amor que siente por Ricardo, ella se siente culpable de ser feliz, mientras Carlos, al que creía amor de su vida, está preso. 

Con lo que ella no cuenta es que Carlos, como una jugada para su defensa, pide que su caso lo lleven Leonardo y Roberto, los mejores penalistas de Vega y asociados.

Ellos, logran que Carlos salga libre, justo cuando más enamorados están Ricardo y Alejandra, sin embargo, el caso no se ha cerrado, pues sale por falta de pruebas, no porque se haya demostrado su inocencia.

Es aquàcuando Alejandra enfrenta un gran dilema, pues Carlos no quiere perderla y está dispuesto a todo para recuperar su amor y alejarla de Ricardo.

Así, después de muchos problemas y desencuentros, Ricardo y Alejandra, descubrirán que no hay una ley que diga cómo se tiene que amar, pues esas leyes sólo las dicta el corazón.