Renata Sánchez Vidal, es una joven y destacada bióloga molecular, con un futuro prometedor; tiene un puesto envidiable en su trabajo y está a punto de casarse con Alonso Cancino, su novio de la universidad. Pero por una confusión es acusada como novia infiel y traidora, debido a una publicación que rápidamente se viraliza en redes sociales de un video, donde aparece besando apasionadamente a un desconocido. Este hecho trae consecuencias graves para Renata. Su boda se cancela y pierde el trabajo; además, Alonso pone en duda su reputación profesional. Todo empeora, cuando Renata descubre, que Alonso registró a su nombre, “Atávico”, su valioso proyecto de investigación - un kit personal de ADN – y que legalmente, ella no puede hacer nada para demostrar que ese trabajo es de su autoría, y que no pertenece a Alonso.

Tras muchos esfuerzos, Renata logra conseguir empleo en Biogenelab, laboratorio genético de alto nivel, en el que terminará diseñando un nuevo kit de ADN. Pese a estar lidiando constantemente en un ambiente machista, a donde para su desgracia también llega Alonso, Renata pronto se gana el apoyo del respetable Lisandro Mascaró, dueño de Biogenelab. Pero también conoce ahí a Javier y Fabiola Mascaró los herederos de Lisandro, provocando la envidia de ella y el interés romántico de Javier.

Renata por quien se siente atraída, muy a su pesar, es por el misterioso y atractivo Mauro Álvarez, un informático recién llegado a Biogenelab, quien en realidad no es quien dice ser, y cuyo objetivo dentro de la empresa es vengar a su padre. En un principio, Mauro y Renata no se llevan bien e incluso él cuestionará su capacidad profesional simplemente por ser una mujer bonita y no poder “manejar sus emociones” y pondrá como ejemplo el famoso video donde ella se besa con otro.

A Biogenelab también llega Carmen Medina, contratada como recepcionista; quién dejó su acomodada vida en Puebla, empujada por el escarnio que vivió tras la publicación de un video explícito de una de las tantas infidelidades cometidas por su marido, quien además la violentaba. Con Carmen, llegan a México sus hijos Ulises, Oliver y Danna quien, tras el impacto de ver disuelta su familia, se vuelve adicta al celular y a las redes sociales, en las que se inventa una vida que la acercará peligrosamente a un depredador.

Otra empleada de Biogenelab es Mariluz Blanco, una joven de provincia quien huyó del linchamiento digital después de que su novio exhibiera un video sexual donde aparecían ambos, y cuya repercusión la orilló primero a pensar en el suicidio. Cuando parece que ha superado lo sucedido, su pasado sale a la luz, al tiempo que recibe el ofrecimiento de prestarse como vientre de alquiler a cambio de resolver su futuro económico.

Por otro lado, las cosas no mejoran para Renata, pues ella descubre que padece un mal hepático, situación que la enterará de que no es parte de la familia con la que creció, por lo que comienza a rastrear su origen para salvar su vida y encontrar la cura que esperan los que padecen el mismo mal que ella. Contra todo pronóstico, en su búsqueda, es ayudada por Mauro, lo que los lleva a enamorarse.

Es así como, Renata, Carmen, Mariluz y Danna, compartirán vínculos que las unirán en su lucha contra la intransigencia social que ellas mismas sufrieron en el pasado. Este vínculo se verá reforzado tras develarse el verdadero y secreto origen de Renata, mismo que - para sorpresa de todos- está relacionado con la venganza de Mauro y es que de alguna manera los dos comparten el mismo pasado, pasado que solamente unidos en el amor podrán vencer.